Ecologia de les llengües / Ecology of languages / Ecología de las lenguas

LA ECOLOGÍA LINGÜÍSTICA



En el plano teórico, quizás la gran virtud que tiene la analogía ecológica para la sociolingüística es el de darnos instrumentos conceptuales para plasmar de una manera más operativa aquello que llamamos habitualmente el "contexto". La aproximación sistémica de la ecología biológica (véase Margalef 1991) nos facilita la posibilidad de pensar las formas y códigos lingüísticos en tanto que elementos ineluctablemente integrados en su "hábitat" sociocultural. Las formas y códigos lingüísticos viven ecosistémicamente interrelacionados con otros objetos como las ideas que los individuos tienen sobre la realidad, los significados sociales que otorgan a formas y códigos, la categorización socioeconómica de los individuos, las representaciones grupales, las situaciones políticas, etc. Como diría Morin, las formas lingüísticas están en la sociedad y en la cultura que, a la vez, están en las formas lingüísticas.

Hay conceptualizaciones precisas de la ecología biológica que nos son de gran utilidad heurística, en especial para la comprensión de los fenómenos evolutivos. Por ejemplo, la comprensión de los contactos entre grupos lingüísticos distintos se enriquece muy notablemente si hacemos caso de los bioecólogos que nos han precedido. El contacto entre dos especies, nos dirán, no es nunca puramente binario, sino siempre ternario. No están nunca sólo los dos conjuntos sino que siempre está presente un tercer elemento: el medio donde tiene lugar el contacto. La translación de esta perspectiva en el campo sociolingüístico es extraordinariamente productiva. En el contacto entre dos grupos lingüísticos, por lo tanto, no habrá que estudiar sólo los conjuntos humanos en relación, sino que al mismo tiempo y sobre todo hay que estudiar el contexto superior en que tiene lugar el encuentro. Al igual que en las especies biológicas, el contexto podrá tender a favorecer más uno que otro, con lo cual este tercer elemento puede actuar de claro determinante de la evolución de la situación.

La metáfora ecológica es productiva e inspiradora para la aproximación sociolingüística, siempre que se tengan claras las diferencias entre los planos biológico y sociocultural. Si somos capaces de distinguir las peculiaridades de los mecanismos en cada uno de estos niveles de existencia, el estudio transdisciplinario y la translación conceptual crítica pueden ser de gran ayuda tanto para el avance teórico del enfoque sociolingüístico -y globalmente de la lingüística en general- como para la elaboración de principios éticos y de intervención ecolingüística.


Albert Bastardas Boada

Catedrático del Departamento de Lingüística General

e Investigador ICREA Academia

Universitat de Barcelona


Síntesis actualizada en castellano: "Ecología y sostenibilidad lingüísticas
desde la perspectiva compléxica"


https://sites.google.com/site/albertbastardas/


http://ub.academia.edu/AlbertBastardas


https://www.researchgate.net/profile/Albert_Bastardas_Boada